sábado, 26 de julio de 2008

MESES DE LAPSUS... Y HOY SÁBADO. UFFF!!

Todas las muchachas que se llaman Yolanda, tienen algo de Pablo Milanés en su alma porque, en el fondo, nunca dejarán de ser una preciosa canción. Cuba es un rón que llora de pobreza, bloqueos y silencios. Yo, como a Yolanda, amo esa isla.

Ahora que lo pienso, cuánto tiempo sin darle alimento a este blog. Pero, el que avisa no es traidor, lo abrí en su día (más que nada por comprobar hasta qué punto no era una inutilidad en estos temas) bajo un: "De vez en cuando la palabra"; soy consciente, por tanto, que debo hacer honor al lema.

Ando metido en un libro que, de momento, he dado en llamar "Poemas mínimos"; el que lo abre tiene que ver con el ron y la tristeza, y lo cuelgo aquí. Y se lo quiero dedicar aquí a mi amigo reciente José Alfonso Pérez Martínez (un día, bromeando, le sugerí que cambiara esos apellidos como hiciera otro Pérez Martínez; me refiero a Francisco Umbral); José Alfonso vive, en mi misma calle, unos pocos números más alla del mío. Tiene un blog muy bueno y sabe lo que quiere en la vida. Escribe "Poemas" y lo hace muy dignamente; pronto estarán en la calle editados por la Asociación Cultural DIVÁN.

Bien, ahí va lo mío.

MENSTRUO

Lágrimas de ron
y vino de nuevo
tormenta al vaso.

Salado, desolado
sabor el de la voz
donde se lamenta

el verbo del verso.

domingo, 13 de enero de 2008

CAMINO DE NADA

Acabo de enviarle un correo a mi amigo Pedro López, el poeta del blog Retales de mi alforja, emplazándole para que, cuando nos veamos, me explique cómo se alimenta la cosa esta. No sé de qué manera, pero logré entrar, aquí estoy dándole un poco de comer.

Ya pasaron, afortunadamente, estas hipócritas fechas de los compromisos sociales, los polvo(ron)es, comas etílicos, regalos obligados, hipócritas comidas de empresa, etcétera.

Ya enero; un año más para seguir avanzando, camino de nada. Los sueños, cada vez más escasos, apenas si se muestran a la hora de cerrar los ojos para seguir huyendo.
Hay una tristeza de goma quemada, intoxicándolo todo. Ya no veo a la chica de ayer, si me asomo a la ventana. Antonio Vega resiste con su música, la feroz acometida del tiempo y las ausencias. Antonio es un poeta del pop.

Mientras me horrorizo ante la voz cansada del viejo discurso de siempre, preparo proyectos con los que olvidar mi autorretrato, ese que escribí esta mañana y que, sin pudor alguno, cuelgo aquí.


AUTORRETRATO

Tengo uñas tristes,
Manos con mentiras,
Piel escamada y
Casposidad en sangre.

Dientes amarillos
De morder lunas
Junto a lobos amigos.

Y en mi cabello,
Caballos de nieve
Volviéndome
Cada vez más loco.

Y para la ciencia
Un cuerpo inútil.

Tras gafas horribles,
Mirada sucia tengo.
Y cierto dolor de alma.

Me ladran los perros
Y los niños me huyen.


Sí, ya me di cuenta:
¡Soy un monstruo!